LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO PARA EL MILENIO TIENEN QUE VER CON LOS NIÑOS

LOS DERECHOS DE LA INFANCIA…

La Declaración del Milenio, los Objetivos de Desarrollo para el Milenio y “Un mundo apropiado para los niños”

Seis de los ocho Objetivos de Desarrollo para el Milenio pueden lograrse mejor si se protegen los derechos de la infancia a la salud, la educación, la protección y la igualdad. Solamente será posible mantenerlos si se cumplen los derechos de todos los niños y niñas. Estos seis objetivos se ajustan a las metas establecidas en “Un mundo apropiado para los niños”.

OBJETIVO DE DESARROLLO PARA EL MILENIO

1.    Erradicar la pobreza extrema y el hambre:

UN MUNDO APROPIADO PARA LOS NIÑOS, Promover una vida sana

Proporcionar una educación de calidad.

2.    Lograr la enseñanza primaria universal.

3.    Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer.

4.    Reducir la mortalidad infantil.

5.    Mejorar la salud materna.

6.    Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.

7.    Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.

8.    Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

Pero actualmente se están cumpliendo estos objetivos en Colombia  en donde la noticia sobre el asesinato, el abuso sexual, la violencia física y el maltrato, la barbarie contra los niños, el abandono, la negligencia familiar y social, se han convertido en asunto obligado de las noticias cotidianas en los medios de comunicación. Que futuro nos espera si no somos capaces de alterar este círculo de violencia y negaciones en que hoy sobreviven y se desarrollan nuestros niños y niñas. Al olvidar la historia nos extrañaremos de la repetición del círculo en las nuevas generaciones, la venganza de los nietos y de los bisnietos, porque ya los hijos desgastados de ver tanta injusticia, a la primera oportunidad atravesaron las fronteras para sobrevivir.

Desde hace muchos años los niños y niñas colombianos viven permanentemente una indignante y ya intolerable situación de violencia generalizada. En varias regiones su derecho a educarse no sólo se encuentra vulnerado por el cierre las escuelas, el miedo y el desplazamiento de sus maestros, sino que sus vidas dependen de la suerte de no encontrarse con una de las minas "anti persona" que circundan los caminos de casi todo el país esperando a sus víctimas.

Pero la violencia y el terrorismo armado no son los únicos responsables de las violencias contra los niños y los adolescentes, otras formas de violencia intrafamiliar y cotidiana los acechan. De acuerdo con una de las fuentes de mayor credibilidad en el país, cada día se registran 200 casos de violencia intrafamiliar, 8 cada hora; el 80% de los homicidios registrados en el país nada tiene que ver con el conflicto armado; en la mayoría de los homicidios de la denominada “violencia ordinaria” los victimarios y las víctimas son jóvenes, muchos de ellos niños y adolescentes.

EN CONCLUSION

Que cese por fin el uso de la fuerza y el castigo físico, la amenaza y la agresión emocional como métodos de corrección, que el afecto de padres y maestros circule libre, sin pretensiones ni temores de dominación, que vuelvan las hadas y las canciones de cuna, para que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos recuperen el derecho a vivir en paz y libertad. Nos corresponde a cada colombiano contribuir a este propósito, cada uno tiene una tarea que cumplir.

Las relaciones afectivas son los lapsos más fuertes que pueden existir en una familia, pero como en estos casos no lo hay se crea un ambiente muy pesado, donde un insulto es como una caricia para esos niños, según el punto de vista de los padres, mas no saben que ellos a su corta edad pueden razonar e identificar la mala situación por la que están viviendo y así mismo van buscando defensas para desarrollarse en sus futuros.